Las rocas, al igual que cualquier otro
material, se deforman ante la acción de esfuerzos externos. Nosotros no
captamos esa deformación, pero sí podemos saber cuándo una roca está deformada.
Estudiando la deformación podemos saber cómo han sido los esfuerzos que la
produjeron y, por tanto, reconstruir la actividad tectónica
pasada en una región.
pasada en una región.
Cualquier material se puede deformar de tres
maneras:
Deformación
elástica: el material se deforma, pero cuando cesa el esfuerzo, la
deformación desaparece (por
ejemplo una goma elástica). Es, por tanto, una deformación reversible.
ejemplo una goma elástica). Es, por tanto, una deformación reversible.
Deformación
plástica: la deformación se mantiene aunque el esfuerzo desaparezca
(como ocurre con la
plastilina). La deformación es irreversible.
plastilina). La deformación es irreversible.
Deformación
frágil: el material se fractura como respuesta al esfuerzo (sería el
caso de un vidrio roto). Al igual
que la anterior, también es irreversible..
Cuando estas deformaciones se producen en los
materiales terrestres dan lugar a estructuras geológicas reconocibles, como
son:
Pliegues, cuando la deformación sufrida
por las rocas es de tipo plástica. Los materiales se doblan dándonos idea de
qué fuerzas los plegaron.
Fallas
y diaclasas son deformaciones frágiles. Las rocas aparecen rotas y,
generalmente, hay separación entre las partes fracturadas.
La
deformación elástica, por sus características, no va a dejar estructuras
geológicas perdurables. Esto no quiere
decir que no se dé este tipo de deformación. Es bastante frecuente en los movimientos sísmicos..
decir que no se dé este tipo de deformación. Es bastante frecuente en los movimientos sísmicos..
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En un pliegue podemos describir una serie de
elementos "geométricos" que nos servirán para definirlo, clasificarlo
e, incluso, averiguar algunos factores de su origen.
Partiendo de un pliegue tipo, como el de la
figura:
Flancos: cada una de las
superficies que forman el pliegue.
Charnela: la línea de unión de los
dos flancos (línea de máxima curvatura del pliegue).
Plano o superficie axial: plano
imaginario formado por la unión de las charnelas de todos los estratos que
forman el pliegue.
* Su alejamiento de la vertical indica
la vergencia o inclinación del pliegue.
Eje del pliegue: línea imaginaria
formada por la intersección del plano axial con un plano horizontal.
* Su orientación geográfica
indica la orientación del pliegue.
* El ángulo que forma con la charnela
indica la inmersión del pliegue.
Terminación: es la zona donde el pliegue
pierde su curvatura.
* La forma de la terminación
refleja la forma de la charnela.
Se pueden clasificar atendiendo a diversos
factores de forma independiente.
1. Por
la disposición de las capas:
Anticlinal: los
materiales más antiguos están situados en el núcleo del pliegue.
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Sinclinal: son los
materiales más modernos los que se sitúan en el núcleo o centro del pliegue.
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Monoclinal
o pliegues en rodilla: sólo tienen un flanco.
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2. Por
su simetría:
Simétricos: el ángulo que forman los
dos flancos con la horizontal es aproximadamente el mismo.
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Asimétricos: los dos flancos tienen
inclinaciones claramente distintas.
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3.
Por el plano axial:
Recto: el plano
axial es vertical.
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Inclinados: el plano
axial forma un ángulo con la vertical.
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Tumbados: el plano
axial es casi horizontal.
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4. Por
el espesor de las capas:
Isópacos o concéntricos: el espesor de
cada estrato no varía a lo largo del pliegue. Se atribuye su origen a
esfuerzos de tipo flexión.
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Anisópacos o similares: el espesor es
mayor en la zona de charnela y menos en los flancos. Su origen es por
compresión.
|
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1.2.3.
Asociaciones de pliegues
Como es lógico suponer, los pliegues no son
estructuras aisladas, sino que suelen darse en asociaciones.
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Anticlinorios: los planos axiales convergen
hacia el centro de la Tierra, formando el conjunto una gran
estructura anticlinal.
Sinclinorios: los planos axiales
convergen hacia el exterior de la Tierra. El conjunto forma como un gran
sinclinal.
Cualquier plano se puede orientar en el espacio mediante dos medidas, que son su orientación geográfica y su ángulo de inclinación.
En los estratos, y cualquier otro
plano geológico, como los planos de fallas o los planos axiales de los
pliegues, estas dos medidas reciben el nombre
de dirección y buzamiento. Ambas medidas se obtienen al
intersectar un plano cualquiera con un plano teórico horizontal, pues
esa es la posición original de los estratos.
* Buzamiento es el ángulo, menor
de 90º, que forma nuestro plano con el plano horizontal. Es la
inclinación del plano en el sentido en el que pierde altura.
* Dirección es la orientación
geográfica de la línea de intersección de nuestro plano con el
plano horizontal
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Son deformaciones frágiles. Los materiales se
rompen y se produce un desplazamiento suficiente de los "fragmentos"
rotos (sin desplazamiento no es posible visualizar las fallas). Generalmente
las identificamos porque se ponen en contacto materiales de distintas edades.
1.3.1. Elementos geométricos de las fallas
Al igual que en los pliegues, definir una
serie de elementos geométricos en las fallas nos servirá para clasificarlas y
averiguas ciertos aspectos sobre su origen.
Bloques o labios: cada una de las partes
divididas y separadas por la falla.
* Labio hundido: el que queda en
posición inferior con respecto al otro.
* Labio levantado: se mantiene
elevado con respecto al hundido.
* Muchas veces no se puede saber si se ha
hundido uno o se ha levantado el otro. Sólo podemos observar el
movimiento relativo de uno con respecto al otro.
Plano de falla: el plano de rotura por
el que se ha producido el desplazamiento. Sirve para orientar la falla.
Salto: es la magnitud del desplazamiento.
* Salto lateral o en dirección: es
el desplazamiento a lo largo del plano de falla medido en horizontal.
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Falla normal o directa: el labio hundido
se apoya sobre el plano de falla. Su origen es por fuerzas
distensivas, dado que hay un aumento de superficie.
Falla inversa: el labio levantado se
apoya sobre el plano de falla. Se originan por fuerzas compresivas. Hay
disminución de superficie.
Falla vertical: sin salto horizontal. En
realidad son muy raras.
Falla en cizalla o en dirección: no
tiene salto vertical.
Falla rotacional o en tijera: el
movimiento se produce por una rotación alrededor de un eje. El salto varía
en magnitud a lo largo del plano de falla.
Al igual que ocurre con los pliegues, las
fallas no suelen darse de manera aislada, sino que aparecen asociadas,
respondiendo a las características particulares de las fuerzas que las
originaron.
Horst o macizo tectónico: asociación de
fallas en la que la zona central aparece levantada con respecto a
los laterales.
Graben o fosa tectónica: la zona central
aparece hundida con respecto a los laterales.
Son deformaciones frágiles de pequeña magnitud. Afectan,
como máximo, a un estrato. A veces sólo a una roca o mineral. Su origen puede
ser tectónico (por la energía interna de la Tierra) o no.
Algunos tipos de diaclasas son:
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1.5.
Estructuras mixtas
Frecuentemente se producen asociaciones entre pliegues y
fallas.
Pliegue-falla: tras
plegarse un material, si las fuerzas compresivas siguen actuando puede llegar a
superarse su límite de plasticidad y romperse.
Cabalgamiento: si, tras
producirse un pliegue-falla, siguen actuando las fuerzas. Una de las dos partes
se desplazará por encima de la otra.
Mantos: son
cabalgamientos de grandes dimensiones. El desplazamiento puede ser de cientos
de kilómetros, llegándose a desconectar una parte de la otra.
A estos mantos se les suelen superponer nuevos plegamientos.
.
MOVIMIENTOS SÍSMICOS
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Estas pérdidas de estabilidad se
asocian, generalmente, a los límites de placas tectónicas.
El movimiento sísmico se propaga concéntricamente y de
forma tridimensional a partir de un punto en la Corteza profunda o Manto
superficial (en general, en la Litosfera) en el que se pierde el equilibrio de
masas. A este punto se le denomina hipocentro.
Cuando las ondas procedentes del hipocentro llegan a la
superficie terrestre se convierten en bidimensionales y se propagan en forma
concéntrica a partir del primer punto de contacto con ella. Este punto
llama epicentro. Según nos alejamos del hipocentro se produce la
atenuación de la onda sísmica. Las ondas sísmicas son similares a las
ondas sonoras y, según sus características de propagación, las clasificamos en:
Ondas "p" o
primarias: llamadas así por ser las más rápidas y, por tanto, las primeras
que se registran en los sismógrafos. Son ondas de tipo longitudinal, es
decir, las partículas rocosas vibran en la dirección de avance de la onda.
Se producen a partir del hipocentro y se propagan por medios sólidos
y líquidos en las tres direcciones del espacio.
Ondas "s" o
secundarias: algo más lentas. Son ondas de tipo transversal, es
decir, la vibración de las partículas es perpendicular al avance de la onda.
También se producen a partir del hipocentro y se propagan en forma
tridimensional, pero únicamente a través de medios sólidos.
Aunque la mayor parte de los movimientos sísmicos, los
que podríamos llamar seísmos verdaderos, se producen por causas tectónicas,
algunos de ellos se pueden producir por otras.
Microsismos: pequeñas
vibraciones en la Corteza terrestre provocadas por causas diversas. Entre las
más frecuentes se encuentran grandes tormentas, hundimiento de cavernas,
desplomes de rocas, etc.
Sismos volcánicos: a
veces los fenómenos volcánicos pueden generar movimientos sísmicos. Tal es el
caso del hundimiento de calderas volcánicas, destape de las chimeneas en una
erupción u otras.
Sismos tectónicos: son los
verdadero movimientos sísmicos y los de mayor intensidad. Generalmente
asociados a fracturas (fallas). Se producen por formación de fallas,
movilización de fallas preexistentes o por movimiento de fallas asociadas.
La intensidad de los terremotos se refiere a la magnitud
del movimiento sísmico y, por tanto, está en relación con la energía liberada
por la Tierra en dicho movimiento.
Se refiere a la susceptibilidad de una región a sufrir
terremotos. Se suele medir por el número de sacudidas sísmicas habidas
en un año en un territorio de 100 km2.
Son zonas con índice de sismicidad alto las comprendidas en los dos
cinturones activos. Están localizadas en los dos cinturones activos
(ver tema anterior); es decir, las costas pacíficas, el Mediterráneo
oriental, etc.
En España no hay regiones con índice alto, sólo con índice medio.
Dentro de ellas están la Región Bética (Granada - Almería), Galicia y el sur
de los Pirineos (Valle del Ebro y costa oriental catalana).
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Las ondas sísmicas se registran en aparatos
denominados sismógrafos, En ellos quedan registradas las ondas
correspondientes a los tres tipo de ondas. Las líneas que describen estas ondas
nos aportan la información sobre la intensidad del terremoto.
Las dos escalas sísmicas más utilizadas son la de
Mercalli y la de Richter. Aunque la primera ha sido muy utilizada, en la
actualidad va perdiendo importancia en favor de la segunda.
Escala de Mercalli: es una escala subjetiva y mide
la intensidad de un terremoto. Tiene 12 grados establecidos en función de las
percepciones y de los daños provocados por el terremoto a los bienes humanos.
ESCALA DE MERCALLI MODIFICADA:
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Grado
|
Intensidad
|
Efectos
|
I
|
Instrumental
|
Registrado sólo por sismógrafos.
|
II
|
Muy débil
|
Percibido por algunas personas en pisos altos.
|
III
|
Ligero
|
Perceptible en interiores, los objetos suspendidos se balancean,
similar al paso de un camión.
|
IV
|
Moderado
|
Percibido por la mayoría de las personas en la calle y en interiores,
oscilación de objetos colgantes, ventanas y cristalería crujen.
|
V
|
Algo fuerte
|
Despiertan las personas dormidas, algunos objetos caen, cuadros, puertas
y contraventanas se balancean.
|
VI
|
Fuerte
|
Los muebles se mueven, los cuadros se caen, los platos y la
cristalería se rompen, las campanas suenan solas y algunas chimeneas se
derrumban, los tabiques se resquebrajan.
|
VII
|
Muy fuerte
|
Es difícil mantenerse en pie, se caen los aleros de los tejados, tejas
chimeneas y cornisas de edificios, se forman olas en los estanques. Suenan
todas las campanas.
|
VIII
|
Destructivo
|
Caen algunas estatuas y muros, torres y edificios son deteriorados.
Aparecen grietas en suelos húmedos y en taludes abruptos. Cambian los niveles
de los acuíferos.
|
IX
|
Ruinoso
|
Pánico general, las casas comienzan a caer, grietas en el suelo,
raíles de tren deformados, puentes y conducciones subterráneas rotas.
|
X
|
Desastroso
|
Pánico general. Muchos edificios destruidos, graves daños en presas.
Desprendimientos de tierras, desbordamientos de ríos, canales, lagos, etc.
|
XI
|
Muy desastroso
|
Pánico general. Pocos edificios en pie, raíles muy deformados,
conducciones subterráneas inservibles. Aparecen fallas en el terreno de salto
apreciable.
|
XII
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Catastrófico
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Destrucción total, los objetos son lanzados al aire, desplazamiento de
grandes masas rocosas. La topografía queda cambiada.
|
Escala
de Ritcher: es una escala matemática y, por tanto
objetiva. Mide la magnitud del terremoto y está relacionada con la energía
liberada en el sismo. Teóricamente no tiene límite, pero un 9 en esta
escala equivaldría a un Grado XII de Mercalli, es decir "destrucción
total". Se basa en la amplitud de la onda registrada en un sismógrafo
situado a menos de 100 km del epicentro.
Determinación del epicentro y de la magnitud.
La determinación del epicentro del terremoto requiere de la
triangulación de los datos de tres estaciones símicas que lo hayan registrado.
La determinación de la magnitud o escala Richter se realiza combinando
los amplitud de la onda medida en el sismograma y la distancia al epicentro
de la estación que registra el terremoto. Si quieres aprender a
realizar estos cálculos te animamos a consultar el siguiente enlace a
una actividad externa:
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